Cuando hablamos de Jefes de Área, o de Departamento, o Directivos de empresa, tenemos, necesariamente, que hablar de personas que tengan la visión clara de hacia dónde va la empresa. Todos ellos han de conocer la Planificación y Estrategia Empresarial, es decir, aquello que la empresa quiere realizar y llevar a cabo en los próximos meses.

Podríamos comenzar hablando de que, en muchas ocasiones, la empresa, en general, sus directivos en concreto, no se han parado a generar esa visión singular de hacia dónde va el conjunto de la empresa. Éste es uno de los grandes defectos que podemos encontrar en las organizaciones. ¿Cómo se corrige? Pues fácilmente, teniendo reuniones en las que un “consultor estratega” la ayuda a definir cuál es la expectativa de futuro en la que todos se deben encontrar. Esa expectativa estará compuesta de “objetivos estratégicos”, “planes de acción”, “medición con indicadores” y “metas” a las que se ha de llegar. Ese conjunto de información formarán una Planificación Estrategia Empresarial, para transmitir al conjunto de la organización.

Está claro que, si la cúpula de la empresa conoce estos puntos, los podrá trasladar al resto de la organización.

En mis consultorías con Clientes, siempre procuro que, en las primeras reuniones, generen una visión clara de hacia donde dirigen sus pasos. Después ya me ocupo de ayudarles a preparar información, en torno a estas definiciones que hayan realizado, para que la puedan trasladar al resto del equipo.

Tener las ideas ordenadas en un documento es muy importante, porque eso permitirá consultar, reorientar y corregir. Sé de muchos empresarios que comentan que tienen la empresa en la cabeza, pero eso es un error muy grande, porque sólo lo saben ellos y porque el día que no están, nadie sabe qué hacer realmente.

 

Al final, todo es cuestión de reflexión empresarial, de diálogo interno, de debate y de toma de decisiones y, después, transmitir bien.

Informar es muy importante, porque la comunicación genera una visión clara del destino colectivo, pero también, de lo que cada empleado aporta individualmente a la empresa. Además, transmite un “horizonte” claro a todos. La ausencia de información es un gran problema en muchas organizaciones, dando como resultado la falta de compromiso del empleado con la empresa.

Cuando los empresarios me preguntan: ¿cómo puedo fidelizar más al personal?, mi respuesta es siempre la misma: “implícalos, infórmalos, hazles formar parte del futuro, ponles un horizonte delante, en el que su relación con la empresa les haga protagonistas de alguna manera”.

Ante la ausencia de noticias, tendemos a generar información ficticia, es decir, se crean “bulos”, corrientes de “rumores”, etc., perjudicando al conjunto de la organización.

Generalmente, en nuestras consultorías, proponemos generar una reunión con todo el equipo y en ella transmitir las primeras ideas estratégicas que hemos trabajado en la empresa. Hablamos a los empleados de los objetivos económicos de la empresa, de los objetivos de producción, de los objetivos comerciales, del área de Recursos, del apartado, cada vez más importante, de Innovación Tecnológica y del apartado de Normativas y Procesos, otro apartado que cada día crece más, pues cualquier empresa, hoy día tiene que estar pendiente de una gran cantidad de normativas legales, que no pueden pasar desapercibidas al conjunto de la organización.

En general, me ilusionan las organizaciones en las que el empresario quiere que el equipo le siga y está dispuesto a organizar cuantos medios sean necesarios.

Desde hace muchos años, nuestra organización y los profesionales que la componemos, mantenemos una metodología de creación e implantación de estrategias para pymes y micropymes, sencilla, accesible y entendible para todo tipo de Directivos. Recuerdo que nos fue muy útil en la época del inicio de la crisis financiera de 2008-2012, en la que atendimos a muchas organizaciones que, necesariamente, tenían que hacer grandes cambios. Este modelo fue y es un éxito en nuestros días. Abordando todas las áreas de la empresa y permitiendo una definición clara de lo que se quiere conseguir en los próximos meses, generando, paralelamente, la información necesaria para que el equipo completo sepa hacia dónde dirige sus pasos y cómo hacerlo.

Si la empresa sabe “a dónde va”, buscará los recursos y planteará las acciones necesarias para iniciar ese camino. Si no fuera así, la empresa seguiría dando bandazos hasta acabar en cualquier parte, menos donde le hubiera gustado estar. En este sentido, suelo criticar, abiertamente, a los empresarios, cuando me cuenta que ellos no saben “lo que van a vender este año”, que eso depende de lo que le compren sus clientes. Esto es precisamente el error de base, porque a partir de ahí, cuando un cliente baja su nivel de compra, nosotros vamos detrás de él, sin contemplar que el nivel de ventas que hemos de mantener debe estar a la altura de nuestras necesidades y no de las posibilidades del cliente.

Estamos muy acostumbrados a diseñar “Presupuestos Comerciales” y llevarlos a cabo, junto con nuestro cliente, para que se cumplan hasta el final. En otro capítulo esbozaremos la metodología de trabajo, para que no sea algo teórico, sino eminentemente práctico. Una planificación de ventas en la que todo el equipo tiene mucho que decir y mucho que aportar. Todos deben sentirse parte de esa Planificación y Estrategia Empresarial.

Háganme caso, diseñen ese futuro, trabajen para que se cumpla, comuniquen esa visión de lo que debe ocurrir a todo el equipo y, desde luego, nunca, nunca, se sienten a esperar el resultado, permanezcan activos en el seguimiento.

 

Otra información sobre la gestión de los recursos en la empresa en http://www.portadordevalores.blogspot.com

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